lunes, 27 de julio de 2009

En fin


Masturbándome con tu sombra,
Necesidad imperiosa de hallarte entre mis manos,
Destruir mi cuerpo impune,
Destruir mi pensamiento,
Destruirme en un orgasmo
Que dure unos segundos
Entre mis dedos y la voluptuosidad
De mi sexo chorreante.
Vacío, vaciamiento, espasmo de un instante,
En fin, fue un juego,
En fin, fue nada.

No tu nombre


No es a vos a quién extraño,
No es a vos, no, es a el recuerdo
De tu presencia en mis grises cielos,
No es a vos a quien deseo, no,
Es a tu sombra que ya no veo.
No, no te hablo a vos, le hablo a tu
Ausencia, a tu no presencia que ya no
Viene a visitarme.
Le hablo a quien no fuiste nunca
Y yo imaginaba lánguida en mi puerta.
Le hablo a quien soñé esa noche despierta
Mientras vos me hacías el amor,
Le hablo a quien creé mentalmente
Pero nunca fuiste vos.

jueves, 23 de julio de 2009


Manos frías de arcilla,
Neuronas masturban pensamientos
Helados, sobre mi cabeza caía luz
Plateada a chorros de una luna burlona,
Esa luna que desde lejos me mira altiva.
Esa luna que nunca tocaré con mis manos,
Esa luna que es ausencia palpitante
En mis neuróticos razonamientos.
Si ayer salí corriendo con un grito
Entre mis manos, que nunca viste,
Si ayer salí agitada semidesnuda
De palabras y con la mirada brillante
De estrellas que se habían desprendido
De mi pantalón.
Si ayer, es decir mañana, dije tu nombre
Al viento para que lo oigas y vengas a mí.
Si nunca contuve la risa que desbordaba peces
Y algas marinas, no fue por desquicio,
No fue por delirio, no fue por zozobra.
Fue por no saber que nunca el deseo
Puede ser explicado por mi habla.

Te vi pasar...


Te busqué en miles de ojos,
Te busqué en centenares de labios,
Entre las manos, en pieles,
en lunares.
Hoy te reconocí, te tuve cerca,
Nos miramos y ese instante,
Ese instante quedó prendido
En mi cerebro, te miré y supe
Que eras vos, a quien buscaba,
A quien ya no esperaba,
Dónde estarás ahora, te volveré a encontrar?
Hoy te ví, y quise decirte tanto
En tan poco tiempo, quise besarte tanto
En tan poco tiempo, quise amarte tanto
En tan poco tiempo.
No lo hice, quedé sentada en el mismo sitio,
No lo hice, me quedé con mis besos en mis puños

despojos


Despojándome de palabras,
Desnudando mi cuerpo de palabras,
En mis senos florecen flores de papel,
Los poemas escritos en mis pezones
Dibujaban su rosado contorno.
Desnudando mi piel de sintagmas,
De mis venas brotaban verdes versos
Como la luna.
En mis profundidades, los mares
Cálidos exhalaban aromas rítmicos.
Despojándome de palabras,
Quedaba mi cuerpo mudo y blanco
blanco como la espuma de estos versos

martes, 21 de julio de 2009

Amistad a lo largo (sic)


En tus gestos, en tus miradas,
En tus manos que siempre se han tendido
A las mías, en tus palabras.
Conozco tus días grises y las noches
En que te sentiste desolada.
Conozco tu risa y tus formas
De divertirte con los demás,
Tus ironías, aguda.
Te conozco en tus días
Iluminados, en tu calma,
En tus lágrimas.
No existe otra persona
Con tus mismos colores,
Te reconozco, aunque no te vea,
En tu voz que me ha levantado
Tantas veces del suelo,
Te reconozco en tus miradas
Cuando prefieres quedarte callada,
Te reconozco en tus palabras
Y cuando no puedes parar de hablar.
Te reconozco porque sos mi amiga,
Desde el fondo del alma.
Quiero decirte algo: si en algún
Momento me hice invisible,
Si no estuve, si no estuve,
No fue por olvidarme de tus
Junios y tus abriles, no fue
Por no pensarte. Todos sabemos
Que en algún momento, llega
El tiempo en el que el tiempo
Mismo no alcanza para vernos
Como antes.
Pero cuando te veo,
Cuando te miro y veo mis ojos
Reflejados en los tuyos,
el tiempo ya no importa,
Siento que no hubo noches solas,
Que no existen los peligros,
Porque déjame decirte que sos
Mi amiga y te quiero.

Serena


La lluvia caía espesa,
Humedeciendo mi memoria enrojecida,
Goteaba mi cuerpo dulcemente
Blanca soledad infinita.
Soledad que abraza mis huesos,
Soledad que acompaña mis estrellas
En mis cielos multicolores.
Esa soledad que calla y escucha
El latido de mi corazón.
Esa soledad que habla en mis venas
Repitiéndome las horas que he vivido con ella.
Eres fiel, mi soledad, a veces sin cuerpo, sin voz,
A veces con manos amarillentas por los años.
Eres las hojas secas de otoño,
Eres el sol, eres mis sueños,
Eres la muerte y el saber que sólo tú me acompañarás
Ese día. Soledad debía ser mi nombre…

Poemario


Con las alas rotas,
Quiero decir mis manos,
Intentando emprender el vuelo
Con palabras que estallan en mis neuronas
Neuróticamente funcionando.
La juventud se ha escapado de mis labios
Y con ella los besos apasionados,
La ingenuidad se ha escapado de mi frente
Y con ella los pensamientos de trascendencia.
Vivir, morir, tenía un tiempo, un espacio,
La voracidad de los tiempos juveniles:
Morir no importa, si uno muere en la gloria…
He muerto y he vivido cien vidas, y la gloria,
La gloria no existe.

miércoles, 15 de julio de 2009

Lluvias y palabras como lluvia


Cerrar los ojos para poder ver mejor,
cerrar los ojos para verte,
figura borrosa, demacrada,
apretando los dientes,
en los bordes había un lenguaje
que era majestuoso, puro,
apretando los dientes,
sentir el frío más hermoso,
sentir la sien apretada
en un acto de voracidad,
en un acto de vertiginosidad
que anula.
Ahora es cuando siento llover,
ahora es cuando veo la lluvia
que se reflejan en otros cuerpos
que ansían esta lluvia,
ya no es la mía, la que yo esperaba
esa lluvia de abrazos que dieran
calor para siempre.
Esa lluvia de soles encendidos en
los cielos de todos los universos
en que me siento Natalia.
No es para mi esa lluvia,
pero ahora la veo.
Aunque cueste escribir lluvia o amor
o besos o puñal.
Aunque sepamos que amor y la palabra amor
son otra cosa, me duele escribir amor
porque ya no sueño con escribir esa
palabra.

martes, 14 de julio de 2009

Acaso el lenguaje


Acaso puedes tocarme con tus alas,
Acaso la lluvia puede convertirse
En palabras que humedezcan mi cerebro,
Acaso el día gris puede ser rosa
En un sueño en el cual no encuentro
Mi nombre perdido en labios que no he
Conocido.
Acaso detrás del lenguaje se encuentra
La palabra que salva, la palabra
Absoluta, la finalidad última.
Acaso ese dolor que no puede ser
Traducido en signos puede ser
Un día soleado.
Es que acaso tu mirada puede ser
La luz que me salve de este morir
Cotidiano, muriendo indeterminadamente
En otras muertes, en otros cuerpos.
Acaso con mi muerte el mundo dejará
De girar 365 días.
Acaso el grito que es silencio,
Ese grito mudo que atraviesa mis venas
Podrá ser escuchado.
Callar? Derramar? Obliterar?
Escribir es morir incesantemente,
Escribir es naufragar en el olvido.

sábado, 4 de julio de 2009

Requiem for a dream


Imágenes flotan en el espacio,
dolor intenso, mi vida ante mis ojos,
palabras mudas, desesperación,
descifrando lo indescifrable,
cayendo lentamente al abismo
los rostros pierden sus formas,
miles de pestañas y miradas
que no han visto nada.
Mis ojos gritan lágrimas
que nadie ha bebido con sus labios,
el ocaso es más rojizo y duele
en el paso del tiempo
tan paradójicamente igual,
lo inmutable y lo mutable del tiempo
en mis venas verdes
a puntos de estallar sangre roja,
roja como las noches crudas de invierno.
Esos violines llegan a desesperar,
son tan perfectos, y yo revuelvo,
hurgo, cavo en las fosas de la muerte,
cavo como una loba sedienta de paz,
revuelvo en mi propio ser,
re/vuelvo mi cuerpo,
vuelvo.

viernes, 3 de julio de 2009

Naty menstrual


Desplegar las alas vencidas,
agitarme sacudiendo esqueletos
de palabras balbuceantes
con ojeras del día miércoles,
habría que gritar fuerte,
muy fuerte, para poder luego
callar un silencio largo como
el invierno de los pobres.
Memoria de Natalia desgastada,
memoria de una puta que con el
tiempo fue poniéndose triste,
lánguida y polvorienta en las tardes
de mayo que se extendió hasta junio
que se extiende hasta julio.
Escribir se parece a un vómito,
es un acto violento, subversivo.
Es un acto sangriento, se escribe
siempre sobre los muertos, o en ellos,
se escribe sobre su voz.
Escribo mi propia muerte.

miércoles, 1 de julio de 2009

Ojalá estuvieras aquí


Ojalá estuvieras aquí

Así que ahora distingues la brisa

del viento, la hora del reloj en la pared

marca las 2 de la madrugada

y es tu ausencia tan transparente,

que mis ojos no perciben tus destellos,

así que en tu viaje te diste cuenta

del amarillo del otoño y que mi corazón

es gris de invierno, me decías: “antes reías

más” y es que con 18 años uno tiene una sonrisa

por delante, un mundo que derribar.

La realidad a veces es otra: el mundo te derriba.

Las palabras son tan pequeñas esta noche

y la luna, belleza naranja a las 12 de la noche

se ha muerto en el blanco pálido de mi rostro,

la belleza de esta noche tan fría, poblada

de estrellas lejanas, me resulta indiferente,

casi inapropiada.

Calla noche, calla, déjame que beba

tu universo constelado, déjame

que me llene con tu abrazo iluminado,

no me dejes sola con mis fantasmas,

no me dejes esta noche en que recuerdo

un cuerpo que ya es frío como un puñal,

un cuerpo que ha sido devorado por gusanos,

un cuerpo atrapado en su propia red.

No dejes que recuerde besos que ya no serán

míos ni de nadie, no dejes que recuerde

un nombre que ya no puedo pronunciar.