jueves, 23 de julio de 2009


Manos frías de arcilla,
Neuronas masturban pensamientos
Helados, sobre mi cabeza caía luz
Plateada a chorros de una luna burlona,
Esa luna que desde lejos me mira altiva.
Esa luna que nunca tocaré con mis manos,
Esa luna que es ausencia palpitante
En mis neuróticos razonamientos.
Si ayer salí corriendo con un grito
Entre mis manos, que nunca viste,
Si ayer salí agitada semidesnuda
De palabras y con la mirada brillante
De estrellas que se habían desprendido
De mi pantalón.
Si ayer, es decir mañana, dije tu nombre
Al viento para que lo oigas y vengas a mí.
Si nunca contuve la risa que desbordaba peces
Y algas marinas, no fue por desquicio,
No fue por delirio, no fue por zozobra.
Fue por no saber que nunca el deseo
Puede ser explicado por mi habla.

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