domingo, 22 de noviembre de 2009

Sístole


Sin la prisión sabríamos ya que estamos todos en prisión

Maníatica perversidad,
que ardan los navíos,
que es urgente la necesidad
de delirios.
Estoy hablando del amor
ése que destruye,
que pulveriza los huesos,
que desarma,
que pierde el centro,
del que duele,
del que me convierte en leprosa,
del que me revuelve las visceras,
no, la calma
dura un instante,
quiero cubrirme de llagas,
de ardor incomensurable,
de belleza nocturna
y errante.
De colores verdes gitanos,
de lunas almidonadas,
de toros y del cante,
un amor que sangre,
un amor que estremezca,
que me vuele los sentidos,
un amor que me recorra
como lobo sediento de mis
ríos, de mis mieles,
que beba de mí,
hasta agotarme,
hasta secarse el último río.

Péndulo


No trátese de Nada, nunca para Nadie

Que retumbe el silencio,
que la palabra no sea don,
para nada, para nadie.
La palabra en la que nos
vemos envueltos,
arrojados en la noche,
insomnios lunares,
palimpsestos rodean
la intertextualidad,
superlativizando mi existencia.

Si fuera banal,
si fuera la existencia gris
una persona más
un número de documento,
un carnet de conducir,
un carnet de lector,
las bibliotecas...
esos lugares donde puedo morir
voluptuosamente,
donde el grito es la ausencia
del grito,
donde la escritura se muere
encerrada en esos libros
y esos muebles antiguos.
Quien escribe está en destierro
de esa escritura.
Nunca serás profeta en tu tierra!

Sin Nombre


Una grieta,
un dolor que se traduce
en lágrimas que reprimo,
el aire denso, húmedo,
histéricamente somatizando,
lo no dicho,
lo censurado,
lo reprimido,
los inmensos deseos de estrangular,
tan sólo si pudiera estrangular
su cuello,
o escupirle a la cara.
Una grieta,
atravesada por una espada
sagaz, invisible,
el dolor en mi pecho,
el sentir pesada mi cabeza,
el gris de mi frente,
los pájaros siguen cantando,
ya ni fuerzas para llorar,
aúllo sobre mi propia tumba
y esos vendedores quieren
ofrecerme un nicho en cómodas cuotas
eso es alevosía,
ya estoy muerta estúpidos vendedores
de miserias.
No huelen acaso lo putrefacto
de mis grandiosas piernas,
de mis delicados pétalos,
de las flores sobre mi cabeza.
Pero hablaba de otra cosa
de las fosas comunes,
de la impersonalidad individualizada,
del egoismo comunitario,
de los uniformes informales,
de las fosas comunitarias,
de nuestras cámaras de gas,
de nuestras vejaciones,
mea culpa,
la cruz occidental,
la cruz que cargo
y quiero largarla al demonio,
arrojarla,
pulverizarla,
quemarla,
que se incendien todos los navíos
que se incendie los papeles
que se incendie la biblia
y el capital.
Pulverizarme ante los ojos espectantes

lunes, 16 de noviembre de 2009

Lo que ando


Ando que no puedo andar...
Ando que ando, que no ando,
ando chorreando noches
consteladas.
Que se incendie la habitación
que se derrumbe todo,
después de todo
solo queda el aire,
las nubes,
el sol,
y los peces irradiarán
estrellas de sus alas.
Que estalle mi cerebro
rompamos los muros
que nos separan.
Que podamos bebernos de golpe,
que podamos tragarnos el olvido,
arráncame los pedazos,
másticame los dolores,
destrúyeme los delirios,
báname con cenizas
que limpien mi alma,
que quiero renacer
para vivir contigo
en libertad.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Profecía


Del sueño a lo real,
suele haber a veces
noches estrellándose
en plenilunios.
La tierra se encuentra
exactamente entre el sol
y la luna.
Pero por qué he de estar
corriendo todo el tiempo,
hacia qué hacia quién.
Qué pueden ofrecerme
nuevos cielos,
nuevos ríos...
Qué es esto?
Qué es esta harapienta melancolía,
extrañar manos rotas,
compañeros que ya se han ido,
la noche va cayendo por calles
sucias con olor a vino barato
de algún bar de mala muerte.
Qué este crepitar de hojas
qué es sentir que todavía es mayo
este sentimiento de hastío.

La furia no me deja sola conmigo,
he vuelto con los ojos rabiosos
y transfigurados,
estoy acribillada contra la pared
deshecha de flores y de pájaros
y ellos habitaban en mí,
¡los quería dejar en libertad!
Pero si has de morirte
morirás con lo que te habite!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Chispeante


La voz de Zitarrosa,
unos zapatos que guardo,
la pollera que me espera
en el ropero,
el rostro de Marta,
unas flechas que me arrojaron,
días de insomnio,
la oniromancia no me interesa
me dijiste alguna vez
o tal vez lo leí
pero creí oirlo de tus labios.
La calle San Martín,
Zitarrosa tenía una voz
muy varonil,
no se trata de eso
dijiste que te gustaría
jugar con mi cabello,
y aprender a bailar tango
pero algo me acuerdo,
esas cosas no se olvidan,
la milonga es hija del candombe
así como el tango es hija
de la milonga...
Y Zitarrosa era Uruguayo,
y la guitarra negra...
Y el tango,
el eterno abrazo en donde
los cuerpos se encuentran,
la seducción, el roce con las
piernas del otro,
jugar con mi cabello
decías, y las piernas
juegan a encontrarse
se enredan,
se desatan,
se palpan,
se bifurcan,
se estremecen..
La milonga es hija del candombe...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Rosas sobre tu piel


Preguntarás por qué,
hermana tengo tanto miedo,
hermanita, pedacitos míos
flotan en el aire, ¿puedes verlos?
Hermanita mía,
rotita, esa cicatriz..
dices que no vas a salir
Casandra, te viste muriendo,
por qué te escuché,
hermantita no tengo tus
abrazos en las noches,
hermanita hay algo peor
que morirse y es ver
con la consciencia clara
de los que no pueden
echarse atrás.
Hermanita tus manos,
hermanita el cancer,
hermanita sigo fumando,
a veces lloro por las noches,
hermanita, puedes oirme?

Hermanita los días
son cuchillos,
las noches extremadamentes
largas.

La gente sigue,
yo a veces sigo
hago el amor,
como, río, canto,
corro.
Hermanita quiero enterrarte
quiero dejar la mochila,
hermanita me atraviesa
la cultura occidental
y la culpa.
No llores, no, no llores más
ya no quiero despertarme
y verte llorar,
decime qué hago,
una vez más,
hermanita puse rosas
en tu piel...

martes, 10 de noviembre de 2009

Azul


Con estos versos
no harás la revolución, dice.


Ni con miles de versos
harás la revolución, dice.
Pero estaba tan bañada de mí
esa noche, el aroma se desparramaba
por el cosmos.
No, no haré la revolución,
ni alcanzará para que los demás
vivan mejor, no.
Con estos versos haré mi revolución,
y estaré tan salpicada por el fuego
que nace en mis entrañas
que seré lo suficientemente fuerte,
para esos días en que te busco
y no estás presente.

Con estos versos no se enamorará de vos,
ni aliviarás el dolor,
con estos versos
los besos que pienso darte
son cuchillos que brillan
en la oscuridad.
Con estos versos o tal vez otros
se enamoró de vos,
escribo.
Escribo porque tu nombre,
el que inventaste para mí
sin conocerme hizo que te
amara locamente.
Con estos versos haré la
revolución, porque surjo
de las palabras y de lo
que callo, renazco
para vos.


Y cuando te beba ciegamente
tu luz será la incandescencia
absoluta, tu cuerpo el único
vino del que tengo sed,
tu boca...
Con estos versos
lo más probable es que
no haga ninguna revolución,
pero son para vos,
aunque sea una excusa de enamorado,
aunque no se pueda dedicar,
son para vos,
que me viste desde adentro.