jueves, 12 de noviembre de 2009

Chispeante


La voz de Zitarrosa,
unos zapatos que guardo,
la pollera que me espera
en el ropero,
el rostro de Marta,
unas flechas que me arrojaron,
días de insomnio,
la oniromancia no me interesa
me dijiste alguna vez
o tal vez lo leí
pero creí oirlo de tus labios.
La calle San Martín,
Zitarrosa tenía una voz
muy varonil,
no se trata de eso
dijiste que te gustaría
jugar con mi cabello,
y aprender a bailar tango
pero algo me acuerdo,
esas cosas no se olvidan,
la milonga es hija del candombe
así como el tango es hija
de la milonga...
Y Zitarrosa era Uruguayo,
y la guitarra negra...
Y el tango,
el eterno abrazo en donde
los cuerpos se encuentran,
la seducción, el roce con las
piernas del otro,
jugar con mi cabello
decías, y las piernas
juegan a encontrarse
se enredan,
se desatan,
se palpan,
se bifurcan,
se estremecen..
La milonga es hija del candombe...

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