Rómpeme los huesos
de un mordisco insano.
Derríteme en un abrazo
empapado de lluvia sudorosa.
Desátame las cuerdas
que amarran mi alma.
Desempólvame las telas
de araña que habitan
en mi cerebro.
Agítame las estructuras
lingüísticas.
En el imperio solar
hay besos alados,
esperando la llegada
de labios cálidos.
En mi lunar rojizo
hay una espalda
implorando caricias
y besos que incendien
mi piel rosa.
Un viaje cósmico,
un viaje en bicicleta
para remontar vuelo,
estrellarme y resurgir
rota y desestructurada.
Una vez más,
déjame pedirte que
me estrángules
con tus manos,
con tus pies,
rómpeme los huesos!
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