sábado, 5 de septiembre de 2009

Cayendo


Tambaleando,
dejo caer un grito,
dejo caer mis labios
dejo caer mi sentido.
Naufragando,
son los sueños
los que no me dejan dormir.
Cayendo lentamente,
cayendo mortalmente,
para caer no hacen falta alas,
para caer no hacen falta besos.
Caigo, caigo, eternamente.
No, un abrazo no detendrá
este caer perpetuo.
No, una mariposa
posandose en mi nariz,
no, sigo cayendo,
ya no quiero detenerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario