miércoles, 17 de noviembre de 2010

Feroz


El grito,
ese gemido que rasga tu cuerpo,
ves pasar las noches entres tus dedos
quieres con desesperación
que todo sea distinto
que no duela este perpetuo mirar
mirar fijo, errante.
Presientes que ese grito te destruirá
algun día, no puedes contenerlo.
Niña! Niña! Niña!
Rasgo la pared:
no alcanza.
Corres como desesperada
agarrandote las trenzas,
haciendo girones tu alma
como papel que da al cesto.

La noche puede convertirse
en desolación, es abrumador
ver ese cielo gigante
poblado de estrellas
y vos tan estúpida
tan ridiculamente hermosa
te entregas a la faena
y a ser despedazada

Ahora tus ojos,
destellan odio y sos
una diosa vengadora,
tus venas estallan,
la sangre bombeada,
el orgasmo,
la noche,
silencio,
no fue nada,
silencio,
vacío

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