sábado, 31 de octubre de 2009

Fish


Un lugar de miserable ausencia,
hablo desde las carencias,
hablo de la falta,
o tal vez de lo que no necesito,
hay tanto beso desparramado
en este cuarto,
lo siento profano.
Y este aire que crees distinguir,
las horas pasan salpicando tu rostro
de arena,
toda la noche he esperado
la lluvia, esa que moja
para desterrar a la culpa
que me mira de reojo.
A la culpa que quiero tragar
y vomitarla de una vez.
A la culpa que cargamos
desde la cruz.
Un instante perfecto
el elegido nos enseña
a poner la otra mejilla,
el elegido con su estúpida
cara de beatitud.
Y escribo en tu muro
frenéticamente,
aullando con el corazón en
las manos, y esta esquizofrenia
me desdobla, y si me vieras,
tanta belleza rota inservible
un instante de inspiración
me poseen unas voces voraces
hambrientas de cuerpos alados.
Y escribo en tu muro
y mis ojos se dilatan,
quieren huir,
y la canción sonando dice
que te necesito a ti,
pero que he de hacer contigo
ausencia infinita,
que hago con vos,
si solo hace soledad en mis manos.

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