lunes, 26 de octubre de 2009

Fin de los argumentos


Porque intento asirte con palabras,
porque siento que muero en cada noche,
porque no sé como encontrarte.
Porque esta noche nadie vino,
porque no hay rosas que cubran mi cuerpo,
porque la belleza dura un instante,
porque amar se vuelve lejano,
porque me siento pequeña.

Las lunas nunca me dijeron su nombre,
yo me he acercado tantas veces,
yo me he arrastrado en noches
que no sabía qué hacer con mi alma.

Porque salí corriendo detrás de un suspiro,
porque en noches como esta quise tenerte
para mí.
Porque intento asirte con palabras,
porque no sé de otro modo,
porque no puedes verme,
porque estás lejos,
porque intuyo tu suspiro,
porque un avión no alcanza,
porque nunca supe cómo decirlo.

Porque desbordan las horas
tan llena de vos, sin vos,
porque te invento,
pero no sé si sos lo que imagino.
Porque estoy cansadita de penas
y no quiero otra.
Porque te quiero y no.
Porque te quiero y no sé
cómo se pueden querer dos personas
sin palparse,
porque mi aire pide el tuyo
tan desconocido.
Porque se me acaban los porqué
y sigues ahí, tan lejos, tan cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario