viernes, 1 de mayo de 2009

Abriles


La tarde declinaba su brillo,
rumores de río y viento,
crujían los leños caídos,
crujían las hojas amarillas
de otoño. Crujía mi alma
en un eco de peces azules,
de sirenas de largos cabellos.
Anaranjadas visiones de cielo,
anaranjado crepúsculo.
Denso aroma a mandarinos,
a tarde vacía, a tarde desesperada,
en la monotonía de recuerdos ausentes,
de manos que ya no acaricio,
de rostros que se perdieron en el olvido.
Mi rostro se desvanece en el agua,
mi rostro pierde el brillo de gotas que se evaporan
en recuerdos de vidas pasadas.
El sol y su carreta de fuego, van extinguiéndose
en la noche azul de estrellas plateadas

1 comentario:

  1. Beautiful, hilvanando imágenes interdimensionales . ecos de evolución encauzandose, al paso del transeúnte.

    ResponderEliminar