jueves, 30 de abril de 2009

Ariadna


Dulces olores a tardes virgenes,
olores herían el alma con saetas
perfumadas a tierra mojada,
nostalgias danzaban en tu presencia.
Danzas rítmicas tribales,
rostros sudorosos evocando
sueños confusos de peces de fuego
sobre mis labios.
Nostalgias con cuerpo de mujer desecho,
nostalgias de vidas pasadas inconclusas,
largas cabelleras ofrecían rosas como sombreros,
diccionarios despedazados por palabras dialógicas,
enormes arañas en la pared de mi casa
guiñaban 50 ojos mientras me decían
ahora somos oroño y tú eres una araña
tejiendo redes, tejiendo trampas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario