lunes, 25 de mayo de 2009

2 veces


Detrás de tus cauces,
detrás del olvido vives
ajena, vives porque respiras
soles y la lluvia empapa tu memoria.
Sigues en la inercia de sentirte helada,
en mañanas perfumadas a lilas y amapolas,
en mañanas que te devoran los rincones.
Vives porque abrazas y olvidas tu suerte
que te ha dejado ciega y con los muertos
sobre tu espalda.
Pero reconoce Natalia, que tu risa
ya es una mueca maltrecha,
reconoce que no hay sueños dorados
en tus noches sin alivio.
Lo sabes, lo sabes bien,
sabes que las alegrías son terribles,
sabes que los caminos estan poblados
de visiones aterradoras,
sabes que nadie puede salvarte,
comprendiste que el amor es tan
falso como lo es Roma.
Te he visto llorando,
te he visto aterrada cuando te miraste
al espejo y te viste tan sola.

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