martes, 16 de junio de 2009

Sin nombrarte


Todo lo decían mis ojos
tan llenos de mirarte,
todo lo decían mis manos
colmadas de caricias,
todo lo decía mi sexo
humedeciéndome mis piernas.
En mi rosado más intimo,
en mis labios que gritaban besos,
mi desnudez blanca,
mi desnudez tibia,
desnudándome de palabras
y de trajes, mi cintura se dibujaba
en tus ojos que miraban y bebían
mi cuerpo como río.
Suave piel, sintiéndote dentro mío,
la lluvia tuya mojando mi deseo,
la mar en mi interior, revolviéndose,
revolviéndome.

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