sábado, 30 de mayo de 2009

Un Sábado 30 de mayo


Un sábado 30 de mayo, como hoy,
un sábado como el que yo vivo,
un sábado tan ausente de viernes,
un sábado inerte.
Un sábado que no ha parado de llover,
haciendo eco a la lluvia que cargo
en mi espalda y me corroé los huesos,
un sábado que no ha parado de llover.
Un sábado descosido, sin palabras,
un sábado con goteras, agujereado
por mis silencios de los martes
y mi verborragia de los miércoles,
un sábado que no ha parado de llover.
Un sábado como éste 15 años atras,
un sábado que no fue 30 de mayo,
o un martes que se pronunció en diciembre.
Un sábado como éste,
en que yo vivo en éste cuerpo,
en que yo me obstino en ser fuerte,
un sábado que no ha parado de llover
y yo no tengo corazón!!!

3 comentarios:

  1. ummm...

    Me gusto esa ultima... es bueno cuando viene del alma y eso se reconoce...

    http://mutikantabien.blogspot.com/

    haber si te das una Vuelta por mis naderias...

    X cierto que me gustaria tenerte en Link pues tienes buen potencial...

    Saludos...

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  2. Sos más vos.
    Con tu paraíso de colores, y tu infierno...también de colores.
    De sensaciones.
    Acá uno te descubre más,
    Natalia.

    (acá: en este blog, contra allá: en el otro flog)

    Tristeza pura.
    Pero el mundo sigue andando.
    Y después de todo,
    no está tan mal,
    eh?

    Ojalá pueda leerte también en estado de
    Alegría pura
    (que no es pecado)
    Hasta me gustaría
    influir
    un poco en eso

    ...

    Cosas de egocéntrico que también tiene
    uno
    vio.

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  3. Y es que acaso la tristeza forma parte, bah la tristeza, dudo, dudo porque no sería esa palabra, puede decirse que soy una persona triste, por lo que escribo, soy yo quien escribe o hay alguien, y si acaso es Unamuno y soy un personaje nivolesco, que se cree poeta o escritora, no, debe haber algo más grande que la palabra tristeza, tal vez en los sueños, tal vez en la vida descubriré si soy un personaje nivolesco o porque no picaresco, entendiendo por este el anti-heroe, yo Fedra la anti-heroina. No nombrarme por mis otros nombres que ya no me pertenecen, se han ido

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